
a la desaparecida barriada obrera de la Hispano se accedía a través de un oscuro y tortuoso callejón que embocaba por la c/ San Jacinto... recuerdo el paso acelerado tras mi madre y sus prisas para que no se nos fuese la luz... ¡vamos niños, que el callejón es la boca del lobo!...
la barriada era una plaza rectangular muy alargada, a un lado las viviendas con orientación sudsudeste y enfrente la imponente tapia de la fábrica, con la cancela por donde salía mi abuelo al sonido de la sirena...
el piso de la barriada era de cemento duro y liso... no te desollaba las rodillas... sus juntas y coqueras eran trincheras a medida para mis montaplex comprados en Palmero, hoy El Turia... cuando abrieron la plaza a la c/ Sor Milagros tapiaron el callejón... y apareció un mundo desconocido a explorar: Santa Cecilia... el paraíso de los caracoles y las cabrillas... los mantecados a granel en casa Ezequiel... la peluquera morena amiga de mi tía... las palizas con los niños del barrio por un quítame allá esas canicas americanas... los primeros bimbollos Bimbo...

allí está el mercado de San Gonzalo, la plaza donde mi abuela compraba caracoles vivos de los que indultaba algunos para que jugásemos... y a la salida... centro neurálgico del imaginario infantil de varias generaciones de sevillanos... allí estaban... las escalesitas por antonomasia...

ORTÓDROMO INFANTIL LEÓN...
caso único en Sevilla, cincuenta años nos contemplan desde algunos de sus cacharritos... el coche de caballo amarillo y negro orténtico sevillano ¡qué maravilla!, es el más antiguo... luego están la lancha motora, la grúa de auxilio en carretera y el coche de carrera naranja con el número 2...en todos tengo fotos setentoides montado con menos de siete años...




TODAS LAS IMÁGENES AMPLIABLES...
desgraciadamente en estos tiempos sin criterio y tanta pocavergüenza... se ha perdido el respeto a lo orténtico... en 2005, una pandilla estulta de vándalos, haciendo gala de su valentía ocultos tras la lona, destrozaron cuatro piezas clásicas y metieron fuego a la taquilla... gracias a Dios, el hijo del propietario, alertado a tiempo, pudo llegar antes de que se consumara la tragedia... se perdieron cacharritos insustituibles como el coche de bomberos con sus campanas... o el helicóptero con las aspas enanas para no llevarse los B-52s de las madres... aparecieron trozos y ruedas por todo el barrio... qué desastre...los cacharritos nuevos, de colores chillones y formas redondeadas con tendencia al monovolumen, no son lo mismo... pero allí siguen los cuatro supervivientes del Apocalipsis... y todos los caballitos con sus pelotas correspondientes... el propietario se pasa un día a la semana y el negocio lo lleva su hijo, ya cuarentón como un servidor... si no estuviésemos en la ciudad donde se le pone una calle a Pilar Bardem... el hombre que nos regaló muchos de esos instantes felices de los que habla Cotta... que llenó de colores el imaginario de la ciudad... tendría su calle, su plaza, su estatua o lo que fuera... mis hijos se ríen y me saludan desde los cacharritos... esto me hace feliz... QUOD ERAT DEMONSTRANDUM.

y recuerden... SAQUE FICHAS EN TAQUILLA... SE RUEGA LLEVEN LOS NIÑOS LA FICHA... AVISO: TODOS LOS NIÑOS PAGAN Y QUIEN LES ACOMPAÑEN...