14 octubre 2014

El mal de la sevillanía

perded toda esperanza... cualquier iniciativa en aras de fomentar, glosar o simplemente compartir vuestro amor por Sevilla, acabará inevitablemente en chuchú guaraná, chu chu, chuchú guaraná (guaraná guaraná guaraná)...

el mal de la sevillanía, el yo más que tú, el teviadesí yo dónde ponen lo mejón de lo mejón, el no se pue aguantá el arte que yo tengo... actúa de reclamo irresistible para el pijoflamenqueo que fue a Alemania por coches de gama alta y segunda mano... para los emprendedores que montaron su neo-abacería con veladores entre dos neo-abacerías con veladores... para los cantecitos del garrapaterío con todos sus diminutivos... para las gambas malas retorcías del flamenco arrogante y subvencionado... para los que sevillanean y los que trianean, sean lo que sean las horteradas ésas... para los polo spagnolo, los puro ego, los nudo gordo, los siempre así y toda la incomparable jet sevillana, es decir, todos los asistentes e intervinientes en el homenaje a Los del Río... alcalde incluido...

no compartas Sevilla con cualquiera... no la expongas a una gente tan fea... si realmente la quieres, guárdale el secreto...