
quiero decir que, del mismo modo, nosotros también fuimos sometidos en nuestra infancia a este proceso de pasteurización y conservamos inalterable el gusto por las tradiciones... independientemente a nuestra posterior formación profesional, cultural y artística... en esta ciudad donde lo más arty es un rastrillo benéfico y se considera hipster la patilla de Niebla del Toro... la gran sinfonía del horterismo más trendy se da cita en la flamenquito scene... que es al flamenco como el pádel al tenis, un sucedáneo asequible y que combina con todo... hasta con el rap... pero de esto no puedo hablar seriamente porque automáticamente pienso en un negro con capucha cantando por siguerilla... pijos y obreros unidos por la música y los 4x4 ejecutivos cortijeros de gama alta... en esta ciudad donde para ser un trendsetter hay que ser columnista de ABC o haber presentado coplas... y todo fashionisto necesariamente ha de confundir a Ursula Andress con Cayetana Fitz-James Stuart saliendo del mar... beautiful people from Sevilla, la Pantoja, María del Monte, los Morancos... tampoco puedo hablar de canis sin mencionar el estilismo de los indios jíbaros reductores de cabesa... sus poses gangsta me inquietan mucho menos que el exhibicionismo de las gordas con los tangas de colores...
de arte, Sevilla... ojú...
es por todo ello que hace más de veinte años que no discuto sobre arte...
no doy esa opción... ni siquiera para hablar de la renuncia de Frank Stella al expresionismo abstracto: quillo, yeison (Pollok)... la próxima vez te salpicas en los huevecitos... y de repente me encuentro con la abrumadora reprografía del cartel de Sicilia... un tío a quien admiro

y me acuerdo de aquella historia que circulaba por los mentideros arquitectónicos... en la que se aseguraba que invitado Sáenz de Oiza al concurso de Torre Triana... presentó la olla para no ganar... y le dieron el premio para desgracia y oprobio del Castel Sant'Angelo...
yo creo que a Sicilia le ha pasado lo mismo... claro que bien pudiera tratarse de un gesto recessionista... tóner ahorra un güevo...
vale, alejandro, es nuestra ciudad... miro y vuelvo a mirar el siciliazo por las calles... y creo que vas a estar de acuerdo conmigo en que... con ese mismo cartel igualito... a ti y a mí nos echaban en primera ronda con amenaza de devolvérnoslo enrolladito a cobro revertido...