21 octubre 2010

Autódromo infantil León

una vez concluidas... las viviendas que proyecto se difuminan en mi mente... pero podría dibujar casi a escala y de memoria la casa de mi abuela... sostiene Cotta que los instantes felices de nuestra infancia tienen inercia suficiente para seguir haciéndonos felices ya de adultos... empíricamente puedo demostrarlo...

a la desaparecida barriada obrera de la Hispano se accedía a través de un oscuro y tortuoso callejón que embocaba por la c/ San Jacinto... recuerdo el paso acelerado tras mi madre y sus prisas para que no se nos fuese la luz... ¡vamos niños, que el callejón es la boca del lobo!...
la barriada era una plaza rectangular muy alargada, a un lado las viviendas con orientación sudsudeste y enfrente la imponente tapia de la fábrica, con la cancela por donde salía mi abuelo al sonido de la sirena...

el piso de la barriada era de cemento duro y liso... no te desollaba las rodillas... sus juntas y coqueras eran trincheras a medida para mis montaplex comprados en Palmero, hoy El Turia... cuando abrieron la plaza a la c/ Sor Milagros tapiaron el callejón... y apareció un mundo desconocido a explorar: Santa Cecilia... el paraíso de los caracoles y las cabrillas... los mantecados a granel en casa Ezequiel... la peluquera morena amiga de mi tía... las palizas con los niños del barrio por un quítame allá esas canicas americanas... los primeros bimbollos Bimbo...

la plaza de San Martín de Porres, el fray escoba de toda la vida... es el punto donde convergen los barrios populares de Triana... Voluntad, el Tardón, Barrio León, el Turruñuelo y la Hispano Aviación por la barriada de Santa Cecilia... no sé si en el mundo existirá covergencia tal...
allí está el mercado de San Gonzalo, la plaza donde mi abuela compraba caracoles vivos de los que indultaba algunos para que jugásemos... y a la salida... centro neurálgico del imaginario infantil de varias generaciones de sevillanos... allí estaban... las escalesitas por antonomasia...

ORTÓDROMO INFANTIL LEÓN...
caso único en Sevilla, cincuenta años nos contemplan desde algunos de sus cacharritos... el coche de caballo amarillo y negro orténtico sevillano ¡qué maravilla!, es el más antiguo... luego están la lancha motora, la grúa de auxilio en carretera y el coche de carrera naranja con el número 2...
en todos tengo fotos setentoides montado con menos de siete años...

TODAS LAS IMÁGENES AMPLIABLES...
desgraciadamente en estos tiempos sin criterio y tanta pocavergüenza... se ha perdido el respeto a lo orténtico... en 2005, una pandilla estulta de vándalos, haciendo gala de su valentía ocultos tras la lona, destrozaron cuatro piezas clásicas y metieron fuego a la taquilla... gracias a Dios, el hijo del propietario, alertado a tiempo, pudo llegar antes de que se consumara la tragedia... se perdieron cacharritos insustituibles como el coche de bomberos con sus campanas... o el helicóptero con las aspas enanas para no llevarse los B-52s de las madres... aparecieron trozos y ruedas por todo el barrio... qué desastre...

los cacharritos nuevos, de colores chillones y formas redondeadas con tendencia al monovolumen, no son lo mismo... pero allí siguen los cuatro supervivientes del Apocalipsis... y todos los caballitos con sus pelotas correspondientes... el propietario se pasa un día a la semana y el negocio lo lleva su hijo, ya cuarentón como un servidor... si no estuviésemos en la ciudad donde se le pone una calle a Pilar Bardem... el hombre que nos regaló muchos de esos instantes felices de los que habla Cotta... que llenó de colores el imaginario de la ciudad... tendría su calle, su plaza, su estatua o lo que fuera... mis hijos se ríen y me saludan desde los cacharritos... esto me hace feliz... QUOD ERAT DEMONSTRANDUM.

y recuerden... SAQUE FICHAS EN TAQUILLA... SE RUEGA LLEVEN LOS NIÑOS LA FICHA... AVISO: TODOS LOS NIÑOS PAGAN Y QUIEN LES ACOMPAÑEN...

11 comentarios:

eres_mi_cruz dijo...

maeserancio, perdón por el trepidado de las fotos... pero no conozco manera de controlar la velocidad de obturación de mi viejo móvil...

Moe de Triana dijo...

Y aluego servesón en el Emilio, que esos son los cacharritos que me gustan a mi...

Tu siii que valeee, tuu si que valeee...

¡Para ese disparo de acción lo suyo es de 1/1000 parriba!

¡Saludasos!

Anónimo dijo...

Plas, plas, plas... ¡chapó, Don Falserío!
Con los lagrimones como fundas de guitarras no me he dado cuenta del trepidado de las fotos, ni falta que hacía.
Magnífica entrada.
¡Calle para el Señor León, ya!

Y hablando del callejón de la Hispano, ¿recuerda Vd. a una señora mayor que se ponía allí, entrando desde San Jacinto, a la derecha, con una mesa plegable a vender chucherías?

La gata Roma dijo...

Yo tenía unos cacharritos rancios en mi barrio. No tan tan chulos como estos, pero si muy muy chulos.
El camión de bomberos con sus campanas también eran mis favoritos.
Cada sábado mis padres me montaban en tres, así que dedicaba tooooooda la semana a decidir mi elección…
Hoy en día siguen estando, y veo de vez en cuando a niños montados, que me dan envidia…

Kisses

Reyes dijo...

Aún queda uno dando vueltas cerca del Tremendo de Pio XII.
Un documento de categoría, señor falserío, el final es sencillamente sublime.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Yo recuerdo que en la peli de Pinocho me volvía loco de envidia cuando entraban en ese mundo de feria y me daba rabia que fuera todo una trampa. La felicidad era eso, los cacharros de la feria. Fuerza para el lunes.

del porvenir dijo...

Yo siempre fui más del prehistórico Baby Iglesias, el "babilesa" en mi lenguaje infantil, que estaba en el Prado de San Sebastián y cogía de paso cuando se volvía para El Porvenir

eres_mi_cruz dijo...

moe, y como lo más seguro es que el Emilio esté hasta la bandera... lo intentamos en el moro, que tampoco vabé sitio... menos mal que siempre nos quedará la Estrellita para abrir mesa pa ocho al fondo...

maeserancio... ¡si os portáis mal no hay chucherías en el puesto de la vieja!... medida de escaso poder coercitivo en boca de mi madre... pues siempre había chucherías y cuando no las había, qué tragedia... la de palotes que me comí por aquel callejón... fantástico apunte... de profesional...
luego cerraron el callejón y eran los tiempos del flash golosina en casa Ezequiel, de a dos o cinco pesetas... éramos un país emergente, coño...

gata, la última vez que estuve en el ortódromo infantil León... me puse a hablar con el dueño y sin darme cuenta, después de tres paseítos largos... mis hijos empezaron a llamarme... ¡papá, ya! ¡me quiero bajar!... qué mareo cogieron, pobrecitos...

gracias ropo, me enteré por canalsu...
me gustan tus viñetas y tu humor condensado...

dama, la gente decente paga sus viajes... nada que ver con el pijerío indecente que siempre va de gorra: en Sotogrande le echas una moneda a un cacharrito en la calle y acuden como gitanillos, niñitas rubias y pajecillos maricones que se suben por encima de tu hijo... desde chiquetitos pegando sablazos... qué horror, por allí ya no vuelvo...

jesús... la casa de las riñas, la casa nueva para destrozar... ¡y todo gratis!... qué felicidad cuando llegabas a las puertas del Tivoli World y cogías tu
plano multicolor... con esa insuperable por siempre música de fondo...

¡qué cLÁsico!, delporvenir... las escalesitas del prado... también me cogían de camino cuando volvía de Nervión, de casa de mis otros abuelos... en el látigo me dejé olvidada mi colección de TBO's... gran trauma de mi infancia...

Alejandro Muñoz dijo...

No conocía ese coche de caballos sevillano, pero poco tardarán mis churumbeles en ser allí fotografiados.

Hay cosas que no cambian y otras que cambian demasiado. Palabra de alguien criado en General Merry, como Dios manda.

De los tres bimbollos, prefiero a la de las gafas.

José Miguel Ridao dijo...

Impagable la música de fondo del Tívoli. Recuerdos de viaje de fin de curso adolescente, la primera tía en top-less. Aún me dura la impresión.

eres_mi_cruz dijo...

alejandro, ese cacharrito es el coche de caballo patrón... la referencia para todos los cocheros sevillanos... si se rompe algo y existe duda: ortódromo León...

lo que hay es mucho carajote... a la carta publicada en El Mundo el 24 de abril de 2009 por la nieta del General Merry me remito...

y en cuanto al bimbollo nº3, sin la deformación profesional que a usted se le supone... donde esté un cruzado mágico de playtex y unas gafas remilgadas... las niñatas de hoy no dejan sitio a la fantasía...

joder ridao... menos mal que es la impresión y no la erección... y es que los españolitos somos...
los españolazos...