20 octubre 2011

Rikar, novedades infantiles

fui un niño pepito... veníamos de ver a María Auxiliadora y salía con mi madre y mi hermano por la puerta de los Salesianos de Triana... justo cuando en la acera de enfrente, unos niños pepitos colocaron un petardo de los rojos de a una peseta en una mierda de perro descompuesta de dolor de barriga... prendieron la mecha y pese a la rápida dispersión de los pepitos... las proyecciones de la explosión alcanzaron sus preciosas trencas de botones de cuerno... aquella tarde de diciembre de 1975 en la c/ Condes de Bustillo... fui testigo de una de esas escenas costumbristas que, sin saber por qué, se instalan para siempre en la primera fila recurrente del escaparate de la memoria...
el niño pepito es una especie en extinción... Rikar ha cerrado sus puertas y en su lugar han puesto una franquicia modernita... los géneros sucumben a las marcas... paños, gasas, franelas, oxford, tafetanes, rasos y terciopelos se mudan por la microfibra, el teflón y el gore-tex... es la gran crisis... la del gusto, el bad taste imperante... el niño clónico prefiere un asco de BlackBerry a un imposible de Congost... una horterada de parka chillona a una trenca de botones de cuerno...
en Rikar se guardaba la vez... te sacaban al mostrador el género en caja y te lo extendían para que lo tocaras... el trato exquisito, impersonal, nada de confianzas... ni una prenda perforada con etiquetas electromagnéticas y las puertas expeditas sin arcos de seguridad... ni escaparatismos ni mariconismos, en los escaparates la mercancía para que el público la vea... ahí puesta... Tetuán 3...
la última vez que entré en Rikar fue para hacer un regalo de bortizo... en el escaparate vi una trenca beis de botones de cuerno y me dije que iría este invierno a comprarles unas a mis hijos... esperando la vez, le hice una foto a las luces de la tienda, tenía previsto hacer una serie en comercios señeros... aquellas eran las últimas luces de Rikar...
et lux perpetua luceat ei...
gracias por tantos y tantos recuerdos y regalos maravillosos...
y por vestirme como un orténtico pepito... requiescat in pace Rikar...

11 comentarios:

Rascaviejas dijo...

Enmarcaré lo últimos calcetines de los niños que compré allí... La tragantá de Kanouté merece entrada...

eres_mi_cruz dijo...

la tragantá merece una entrada y la mascá otra... qué estilo, qué elegancia para mantener la verticalidad y sin descomponer el rostro...
¡y ese reverso a Busquets!... trech o cuatro entradas le haría yo...
pero el maestro ha hablado...
y ha resuelto las cosas como lo que es...

observe la reacción del ruso cuando Varas le para el penalti a Messi... ahora el mundo entero habrá visto lo que pone en la camiseta...

Ranzzionger dijo...

Nuestro presidente calvo es un bocazas, pero hay que rendirse cuando de vender mensajes se trata. Todo lo del sábado, incluida la épica y el gañafón del gran Fredy, ha sido la mejor operación de marketing jamás diseñada y una bofetá sin manos al supuesto seny.
Respecto a su entrada, ay las trenkas, sustituidas por los trincones.

La gata Roma dijo...

¡Y que olor tenían esas tiendas! Mezcla de madera, tejido… mmmmm…
Aunque creo que poseí una trenca, no la recuerdo… Mi primer recuerdo de abrigo es de un Loden azúl marino, y luego tuve un abriguito más gilipollas aún, azúl marino con esos clásicos botones cruzados de anclas doradas…
La verdad es que eso me hizo ser una clásica, nunca he llevado chaquetones de colores terribles, lo más raro que poseo puede ser un abrigo de paño rojo con grandes botones dorados, nada de plumíferos y catetadas de esas como si la gente esquiara en los Bermejales o algo…

Si algún día tengo una hija, espero poder comprarle el vestido de Comunión en Jardilín, como me lo compraron a mí, nada de catetadas de esas mininovias modernas de hoy día…

La gata Roma dijo...

P.S. Espero poder colgar mi entrada bordelana en estos días, que he estado muy atareada paseando en bus con un gran número de mariquitas por la despoblada Castilla y León, pero ahora que parece que se acaban mis viajes y golferíos varios, pondré alguna pincelada, porque amigo mío, el Garona es un río y lo demás son charcos…

eres_mi_cruz dijo...

ranzzionger, el zamarreo kanutero ha dejado en evidencia a nuestra sociedad, me explico... un periodista de Marca TV aseveraba que el insulto de Cesc había sido -me cago en tpm... a lo que otro tertuliano respondía con toda naturalidad profiriendo lo siguiente: -estaréis de acuerdo conmigo en que el insulto racista está un escalón sustancial por encima del insulto a la familia... para haberle respondido -será por encima de la tuya, cijolagranputa...
estamos en un país donde es mucho más grave que te llamen negro, moro o andaluz que ultrajen a las mujeres de tu familia... menos mal que ahí estuvo Kanouté con su zamarreo kanutero al pijo para recordarnos quiénes éramos antes de la era modernita...

gata, definitivamente el hábito SÍ hace al monje...
para cuando tengas descendencia espero que esté terminada la reforma de Jardilín Lilí... aunque si lo necesitas para antes de nueve meses... te atienden en confecciones Peña... gracias de nada por la información... espero tu entrada...

La gata Roma dijo...

Gracias, mis proyectos de maternidad son como a larguísimo plazo, usted sabe, primero hay que acabar la carrera, encontrar a alguien que me aguante, superar el delicioso egoísmo que provoca el vivir para una misma… pero llegado el momento, seguiré todos los consejos del comercio rancio para la vestimenta orténtica de los niños pepitos…
Por cierto, yo misma me he comprado una trenca roja pero hecha con tela de gabardina, por lo que sirve para la lluvia…
Combinar la lluvia con los botones de cuerno me parece lo más…

Besos

eres_mi_cruz dijo...

no hay exclusiva, pues...

la lluvia combina con casi todo, gata... cuánto más con los cuernos...
había una película muy recomendable para el caso, Lluvia en los zapatos...
genial Douglas Henshall...

Arboleya dijo...

Aún nos queda Jardilín...

Arboleya dijo...

Aún nos queda Jardilín...

eres_mi_cruz dijo...

con su Curro, arboleya,
con su Curro...
recomendaría a todo el mundo pasarse por Confecciones Peña y disfrutar de la perfecta colocación y el orden del género en los anaqueles... qué espectáculo tan exquisito...