
vale,
alejandro, es nuestra ciudad... este año también llevaremos a los niños al Salvador para que desfoguen subiendo y bajando setenta u ochenta veces la rampa... la hiperpnea en este ambiente deja una marca imborrable en la membrana pituitaria... el olor del naranjo quema en los cornetes y el polen de azahar se filtra en el humor acuoso modificando la percepción del color de por vida... en este estado de saturación, se procede con
terapia de choque... se introduce al paciente en el interior del templo, siempre a través del cancel para evitar un colapso térmico... una vez acomodada la vista, se realiza el paso de bipedestación a sedestación (o decúbito lateral si procede) sobre banco de madera... aplicándosele silencio e incienso como único antídoto... alcanzados los valores normales de respiración y pulso, se irá captando poco a poco la atención del niño con historias sencillas como la del pelícano del Amor...
quiero decir que, del mismo modo, nosotros también fuimos sometidos en nuestra infancia a este proceso de
pasteurización y conservamos inalterable el gusto por las tradiciones... independientemente a nuestra posterior formación profesional, cultural y artística...
en esta ciudad donde lo más
arty es un rastrillo benéfico y se considera
hipster la patilla de Niebla del Toro... la gran sinfonía del horterismo más
trendy se da cita en la
flamenquito scene... que es al flamenco como el pádel al tenis, un sucedáneo asequible y que combina con todo... hasta con el rap... pero de esto no puedo hablar seriamente porque automáticamente pienso en un negro con capucha cantando por siguerilla... pijos y obreros unidos por la música y los 4x4 ejecutivos cortijeros de gama alta...
en esta ciudad donde para ser un
trendsetter hay que ser columnista de ABC o haber presentado coplas... y todo
fashionisto necesariamente ha de confundir a
Ursula Andress con Cayetana Fitz-James Stuart saliendo del mar...
beautiful people from Sevilla, la Pantoja, María del Monte, los Morancos... tampoco puedo hablar de canis sin mencionar el estilismo de los indios
jíbaros reductores de
cabesa... sus poses
gangsta me inquietan mucho menos que el exhibicionismo de las gordas con los tangas de colores...
de arte, Sevilla... ojú... es por todo ello que hace más de veinte años que no discuto sobre arte...
no doy esa opción... ni siquiera para hablar de la renuncia de Frank Stella al expresionismo abstracto:
quillo, yeison (Pollok)... la próxima vez te salpicas en los huevecitos... y de repente me encuentro con la abrumadora reprografía del
cartel de Sicilia... un tío a quien admiro

desde 1994, cuando empecé a encuadernar
EP[S] en el principal franco de la c/ Alberto Lista... donde, por cierto, se podía ver ferpectamente desde la azotea la salida de la Lanzada...
y me acuerdo de aquella historia que circulaba por los mentideros arquitectónicos... en la que se aseguraba que invitado
Sáenz de Oiza al concurso de Torre Triana... presentó
la olla para no ganar... y le dieron el premio para desgracia y oprobio del Castel Sant'Angelo...
yo creo que a Sicilia le ha pasado lo mismo... claro que bien pudiera tratarse de un gesto
recessionista...
tóner ahorra un güevo...
vale, alejandro, es nuestra ciudad... miro y vuelvo a mirar el siciliazo por las calles... y creo que vas a estar de acuerdo conmigo en que... con ese mismo cartel igualito... a ti y a mí nos echaban en primera ronda con amenaza de devolvérnoslo enrolladito a cobro revertido...
LA RESPUESTA DE MI COLEGA alejandro AQUÍ