17 julio 2006

Reinó (y III)

TRAJANO: Ni una palabra Herculito.
HÉRCULES: (Her culito que tiene que tené la de jolibú detrás del medallón) Hermosa hembra.
T: Vive Dios que sí... pero bueno dígame Herculito... y usted ¿descarga también o no descarga?
H: Hombre Don Marco Ulpio... la madre naturaleza no me dio la facha de usted, y para qué le voy a contar, el Polifemo me dejó bardaito der tó, aunque... peor lo dejé yo claro...
T: Tuertecito der tó... pero al grano, al grano.
H: Siempre voy bastante cargaito de amó... pero en la esquina descargo...
T: ¿En cuá esquina?
H: En la del Laredo.
T: ¡Joder Herculito, que eso son sólidos capaces!
H: Yo no sé lo que son los sólidos escapaces esos... pero las de cabeza cuadrá son una jartá de caras las hijas de su madre...
T: Ja, ja, ja... Herculito, siempre habrá clases.
H: Por éso le pusieron a usted a la derecha y a mí a la izquierda... ande le invito a unos altramuces en el Savoy.
T: Pues como no me corte usted los jierros de la peana le viasé el convidado de piedra.
H: ¿Por qué me he acordado de repente de Reinó?
T: Pobrecito mister James...
H: A Reinó muerto, Roido puesto.
T: Le van a caer a usted unos gargajazos...

(fin) Próximo capítulo "Una pavía a tiempo" (Pavía on time)

1 comentario:

eres_mi_cruz dijo...

Sí, lo sé, el que dejó tuertecito a Polifemo el cíclope, fue Ulises.
Pero he querido darle esa gracia de la culturilla popular, de la pifia metida a tiempo.
Absténganse eméritos sabios de hacer comentarios.